¿CÓMO ACORTAMOS EL TIEMPO DEL SUFRIMIENTO EN EL DUELO?
POR Cris Albarran
17/06/2024

El dolor se acumula. La gran mayoría de veces cuando nos enfrentamos a un duelo no nos estamos enfrentando únicamente a lo que tenemos delante. Por lo general, tenemos el cajón del dolor medio lleno o hasta arriba. Eso se debe a que no nos hemos dado permiso muchas veces a sentir el dolor. El ser humano necesita pedir permiso para casi todo. Incluso, a veces necesitamos el permiso de nuestros seres queridos para morir, por eso habrás escuchado la frase “No se fue hasta que llegó el último familiar, lo estaba esperando para morir.”
¿Que ocurre cuando tenemos ese cajón lleno del todo? Cuando eso ocurre, nos sucede que vivimos, un despido laboral, el fallecimiento de un ser querido o una ruptura amorosa y se nos cae el mundo encima.
Me quedaré con el último ejemplo de duelo que he mencionado que es la ruptura amorosa. Todos nos hemos quedado destrozados después de una ruptura amorosa. Déjame decirte que no era por la persona en si. Puedes haber querido mucho, amado mucho, haberte hecho muchas ilusiones, llevar muchos años con esa persona y sentir que era el amor de
tu vida pero si te has quedado hundido después de la ruptura es síntoma claro de que el cajón del dolor estaba lleno.
Muchas veces estas rupturas tan dolorosas vienen en forma de aprendizaje para poder sanar todo el dolor que llevamos dentro. La gran mayoría de veces poco tiene que ver con la persona y tiene todo que ver con uno mismo.
En ese proceso de duelo y sanación donde nos estamos hundiendo literalmente estamos sanando cosas que probablemente ni si quiera recordamos. Por eso muchas veces nos preguntamos ¿Cómo podemos estar sintiendo tanto dolor? No lo entiendo. Bueno es que muchas veces el dolor es inmenso porque hay mucho más de lo que nos estamos imaginando.